martes, 12 de enero de 2010

Ensalada de escarnio (I)

Uno de los grandes aspectos que definen a casi todo español (ya sabéis que generalizar no está bien), es de ser un experto en el escarnio. Si de algo presumimos, es de ofender al de al lado (y no tan al lado) generando para ello una retahíla de insultos, burlas, chistes ofensivos y todo tipo de expresiones, muchas veces inventadas, haciendo hasta a veces un arte de esta dantesca cualidad humana. Dicho ya sea de paso, y que no sirva de precedente a lo que va a escribirse a continuación, si has tenido la suerte de nacer en el sureste de la península Ibérica o has crecido en esas tierras baldías, que sepas que estás de enhorabuena, tienes un don divino. Tienes el don que casi todo español aprende con los años. Efectivamente, tienes un extra en escarnio. Ahora no trataré del escarnio según las zonas, eso lo haré posiblemente en otra entrega de este capítulo llamado Ensalada de escarnio.

Un servidor no es muy ducho en las definiciones, pero internet parece que sí lo es, al menos en lo que a encontrar una miserable palabra se refiere. Encontramos una definición aceptable del escarnio como burla muy ofensiva y humillante que se hace con la intención de herir y ofender, y cuyos sinónimos son: afrenta, agravio, burla, mofa, humillación, ofensa, insulto, injuria, vejación, menosprecio. Discrepo de algunos de ellos, pero no me detendré a diferenciar lo que para mí significan.

Es sabido que en esta zona geográfica (me refiero a la península, lo siento por los portugueses), y en zonas del este y sur (recordad que el sureste es el edén del escarnio), la envidia es uno de los pecados nacionales, y causante en muchos casos del escarnio. Pero hay otro tipo de escarnio, en mi opinión más profundo, que no tiene que ver con la envidia. Tiene que ver con la obligación de mofarse de aquellos que incumplen la amistad, el buen hacer, la educación, e infinidad de buenas cualidades que nos separan del pequeño demonio que habita en el escarnio generado por la envidia. Tras este breve prólogo, querido lector y lectora, si has llegado hasta aquí es que te pica la curiosidad, te mueres por saber más del arte del escarnio. Pero, ¿por qué hoy y no antes has tratado sobre el tema? Bueno, uno necesita inspiración, pero sobretodo, algo que le ocurra a lo largo del día que le proporcione dicha inspiración. Bien amigos y amigas, ha ocurrido. No describiré los hechos, no pretendo dar información, ya que el escarnio es un arte inteligente, y sólo es apto para aquellos que lo captan y comprenden.

A veces, cuando crees que conoces a alguien, y más cuando es primero un compañero, luego un conocido, y finalmente, un amigo, piensas que lo sabes casi todo sobre él. Crees que la amistad será la primera piedra de la fortaleza que os unirá años y años. Bien, yo os diré: una mierda (de ahí que al principio ponga crees). En estos tiempos, la maleabilidad de la moral, los borregos sin personalidad, los que se dejan dirigir por iconos sociales de dudosa capacidad (cultural, moral, ética, qué importa eso ahora), abundan. Uno está acostumbrado a ver desechos socio-culturales desvivirse por un Reality-Show, por revistas y prensa sensacionalista, por modas y vestimentas, y por todo tipo de idioteces que invaden y agreden el día a día de la sociedad. Lo que no te esperas es que un amigo, o lo que crees ser tu amigo, baje al averno de la podredumbre del intelecto y sea peor que esa gente. A veces, la vida te envía avisos de muchos tipos para que te des cuenta que esa persona no es como parece, pero pretendes darle una segunda oportunidad, total, todo el mundo tiene defectos. Pero cuando uno de esos defectos es idolatrar y seguir allende los mares a alguien (rara vez son varios) y, encima, esporádicamente, cambiando de ídolo cada mes, año (no sé, creo que ahora nos situamos en semanas), cambiando su forma de ser por la de la persona con la que idolatra en el momento, y dejándote de lado cuando a éste le conviene me parece deleznable. Puede llegar el punto en el que pases delante suyo y no dirija ni una sucia mirada para avergonzarse de su miserable forma de ser y actuar, ni siquiera para emitir un gruñido a modo de saludo, ni siquiera un estúpido movimiento aleatorio de la cabeza que simbolice que en su cerebro queda una neurona útil, aunque sí es, sin embargoo, capaz de dejarte tirado o cambiar de opinión en el último momento si su icono así lo decide. Dicho sea de paso, el sexo del icono es variable, siendo el icono femenino casual pero no por ello más leve sus efectos. No le absorbe menos, no, todo lo contrario. El nivel de abstracción mental con un icono femenino llega hasta tal punto de poder mezclar en tu mente el logo de la trilogía del Padrino, la conocida canción de Metallica Master of Puppets y al mismísimo José Luis Moreno con su querido Macario, y te estarás quedando corto. Sí, es cuando te das cuenta que tras varios años, no sólo no conoces a ese tipo, sino sientes como has perdido el tiempo en un ser tan primario y tan banal como ese. Pero ya sé a qué atenerme.

El tema de los iconos aún está en proceso de explicación, al menos en lo que a lógica se refiere. Existen varias versiones, cuando tenga una visión clara y estudie el caso detalladamente lo haré saber. Hasta entonces, una incógnita.

Lo mejor es que encima se permitirá el lujo (porque lo sé), de hacerse el amigo mediante un saludo típico falseado, ya conocido, y que antes, de buena fe, uno piensa que se hace de modo sincero con el fin de entablar una conversación amistosa y con una petición de amigo, a amigo. Pero no todo el campo es orégano. No, esta vez ya nos conocemos, y seguramente se lleve una expresión tal que así: “Hola (yo no le niego el saludo a nadie), vete a tomar por el culo”. No quiero parecer soez, pero creo que no hay expresión más fácil y completa que entender que esa, sobre todo para alguien cuyas neuronas parecen haber sufrido un shock etílico permanente y le hacen comportarse de esa forma tan hipócrita.

Ahora me gustaría que pensaseis una cosa: ¿Es esto escarnio? ¿Quién ha realizado la afrenta a quién? ¿Quién durante años se ha mofado y se ha burlado de nuestra inteligencia?

Como dicen por ahí...Jaque mate.

lunes, 11 de enero de 2010

Movie quotes III

Si las anteriores citas os gustaron, estas seguramente no se quedarán atrás...lo prometo.


Bien, yo os dire de que trata "like a Virgin". Trata de una tía que es una máquina de follar. Por la mañana, al mediodíaa, por la tarde, por la noche, polla, polla, polla, polla, polla, polla, polla, polla, polla. Entonces, un díaa ella conoce a este pájaro que es un tío increible, quiero decir, que este tío es como Charles Bronson en "La gran evasión". Cava tuneles. Ahora ella se enfrenta a esta gran polla y siente algo que no había sentido hace mucho. Dolor. ¡Dolor!. Le duele. No le deberia doler, el agujero debía estar bien abierto, pero cuando ese pájaro se la folla le duele. Le duele justo como si fuera la primera vez. El dolor le recuerda a cuando era virgen. De ahí, "like a virgin".

Reservoir Dogs

A Dios le gusta observar, es un bromista: dota al hombre de instintos, nos da esta extraordinaria virtud, y ¿qué hace luego? Los utiliza para pasárselo en grande, para reírse de nosotros, para ver cómo quebrantamos las reglas. Él dispone las reglas y el tablero. Es un auténtico tramposo: “mira, pero no toques”; “toca, pero no pruebes”; “prueba, pero no saborees”. Y mientras nos lleva como marionetas de un lado a otro, ¿qué hace él? Se descojona, ¡se parte el culo de risa!

Pactar con el Diablo

sábado, 2 de enero de 2010

Odisea en nochevieja

Nochevieja, la noche que nos marca (o al menos eso dice nuestro calendario) el fin del año es, sin duda, objeto de controversias sobre qué hacer, adonde ir o, simplemente qué forma vamos a utilizar para terminar comiendo y bebiendo lo que durante todo el año no nos hemos introducido en el gaznate.

Existen varias opciones, las cuales voy a comentar a continuación y, por supuesto, lo que pienso de cada una de ellas, en su mayoría fruto de un estado febril (y no por ello menos gracioso) el cual he padecido durante esta última semana.

En primer lugar, partiendo de que cada uno hace lo que le viene en gana, no criticaré lo que cada uno haga para gastar esas horas de las cuales disponen una vez que han sonado las campanas que marcan el año nuevo, y, en muchos casos "joder, tengo que darme prisa en ducharme y ponerme el traje (o vestido, o hábito, lo que sea) que he quedado a la 1:00".

Primera Opción. El Hotel.

Esta opción la he sufrido, espero que fuese la mala suerte y no sea la tónica general, ya que de ser así no sería de esperar en unos años la quema de varios hoteles por parte de los clientes que gastan su dinero en comprar entradas de este tipo.

Comprar la entrada de un hotel oscila entre los 70€ y los cientos. Algunos dirán: "pues yo he conseguido la entrada en tal hotel y me ha costado menos", bien por vosotros, hacérmelo saber y os enviaré una medallita, un pin, o una bolsa de cacahuetes.

Los hoteles son una caja de sorpresas. Si algo es seguro, es lo siguiente:

-te gastas un gritón de euros y te aseguras que vas a un sitio de lujo, donde tu dinero se refleja en lo que lo has gastado, y con esto quiero decir que, me he gastado un dineral y me ofrecen una noche con lujo y me tratan con los cuidados de la jet-set.

-te gastas una cantidad irónicamente modesta y te introducen en un sótano digno de un secuestro donde los baños son casas prefabricadas con un olor a orín y a una mezcla de vómitos y sudor con un radio de 15 metros. Es paradójico, ya que de haber gastado el triple de lo que has gastado en esta entrada, ahora estarías en la zona superior disfrutando de una nochevieja "decente".

Ahora hablaremos de cuestiones etílicas, la famosa "barra libre", reclamo para muchos bebedores regulares, aprendices de alcohólicos y bebedores ocasionales en fiestas y eventos erótico-festivos, indiferencia para unos pocos abstemios y mormones anti-alcohol. A quién le preocupe la barra libre, para bien o para mal, tiene un serio problema, ya que se centra más en el alcohol que en la propia nochevieja y fiesta en sí. Pero, pasada hora y media, en el mejor de los casos dos horas, nos preguntamos: ¿Qué ha sido de la barra libre? Y el camarero, un chaval contratado para la ocasión, el cual se va a ganar un dinero considerable por estar sirviendo aguarrás y alcohol rebajado inyectado en las botellas que se han ido vaciando a largo del año, te contesta: "la barra libre se ha terminado".

No me extraña, ha sido llegar y el 90% del local ha ido a la barra libre a atesorar esas copas con néctar del dios Baco e ingerir cuan más rápido les permita su estómago (muchos caerán en el intento, son los llamados héroes), y la barra libre ha sucumbido a un aforo que está el 200% por encima del permitido.

¿Y qué me decís del cotillón? Seguramente que les ha costado tres duros en una tienda al por mayor y te lo cuelan en la entrada como si fuese tú primer regalo de Navidad. Una bolsa llena de matasuegras (me gustaría conocer al inventor de ese nombre, me resulta gracioso), un gorrito, un antifaz y un collar estilo Hawaiano que no sé qué demonios pinta en una fiesta de nochevieja, pero ahí está, aunque sé de alguien que lo pasaría en grande con eso…

Resumiendo: Nos encontramos en un sótano con baños prefabricados y que sólo Dios sabe en donde se encuentran las salidas de emergencia, con un aforo hasta los topes, grupos de gente luchando por vivir mientras zozobran debido a la ingesta de alcohol, con un suelo pegajoso, mezcla de vómito, alcohol, y cristales. Ahí es cuando te preguntas: ¿Para qué demonios me he gastado tantos euros por este excremento de fiesta? Respuesta: Has hecho el Nesss, pero estás a tiempo de corregir tus errores en el siguiente año.

Segunda Opción. El Local.

Esta opción también la he realizado, bueno, en realidad hecho todas las que voy a exponer, pero queda mejor así.

Comprar la entrada en un local sigue siendo en parte igual de criminal, ya que vas a pagar una cantidad astronómica en relación a fiestas "normales" o respecto de la entrada normalita durante los fines de semana, eso en el caso de haberla. Pero bueno, también es cierto que la cantidad no es tan alta como un hotel, y seguramente podamos permitírnosla.

Los locales son una apuesta casi segura, y digo casi segura por lo siguiente:

-Si conocemos el local de otras ocasiones, perfecto, ya que sabremos a lo que vamos y en ningún momento nos decepcionará como lo hizo el hotel.

-Si es un local, lo normal es que no sea muy grande, ya que entramos en el tema discoteca, otra de nuestras opciones, por lo que, si vamos con muchos amigos, ¡el local será prácticamente nuestro!

-El problema vuelve a ser el alcohol, esta vez puede ser mejor porque al no tener que abastecer a tanta gente puede que al menos cada botella contenga la bebida que refleja la etiqueta, o bien hagan lo mismo y te estés bebiendo anticongelante de un coche procedente de un país que ya no existe.

En un local sueles pasártelo mejor, es una opción que se puede tomar sin miedo y, si os veis fuertes económicamente, y podeis alquilar vosotros un local, es una opción muy inteligente.

Tercera Opción. Ir de bares como un fin de semana cualquiera.

Esta opción es muy rentable, pagas por lo que bebes, y punto. Nada de barra libre en la cual sólo los del club etílico tienen acceso, nada de camelos con cotillones y nada de cobrarme entradas abusivas por un sitio que entresemana no te cobra. ¿Pegas? De haberlas, que los locales estén muy llenos o haya mal ambiente, como cualquier finde de semana, sólo que, como no has pagado nada, puedes coger y largarte sin llorarle a tu entrada y a tu bolsillo.

Cuarta Opción. Casa libre.

La casa libre es una de las opciones comodín, que enmascara aspectos realmente buenos y aspectos realmente malos. Una casa libre puede asegurarte cama segura te si encuentras mal o te encuentras bien (ya me entendeis a qué me refiero. Por otro lado, si la casa es tuya, aparte de tener cama, debes tener unos buenos amigos, porque sino tu casa va a parecer Berlín en 1945.

Ahora viene otra cuestión de tener una casa libre. El alcohol va a ser más caro seguramente, pero de mejor calidad, o al menos así debería ser. Por otro lado, no debería tampoco haber problemas con la música y se puede bailar, hablar y hacer otras actividades que en un local no harías...y otras actividades que no deberías hacer en una casa, como terminar jugando al "yo nunca he..." y juegos estúpidos que terminan siendo un destape de perversiones y puñaladas los unos a los otros.

Quinta opción. Alquilar un bar. (Por Ignatius Reilly , ya que nunca he tenido el gusto de alquilar uno)

Híbrido de la segunda y la cuarta opción. Los puntos positivos de alquilar un bar con tu grupo de amigos consisten en:

-La no existencia de un día después. Alquilar un bar es como dar una fiesta en tu casa: vas con tus colegas, corres un poco la voz entre los colegas de segundo orden y, al final, todo queda en familia, con la posibilidad extra de que ésta aumente (nuevamente, ya me entendéis…). También eliges la música, factor nada desdeñable. Pero, a diferencia de una casa libre, tú no te tienes que encargar del trabajo sucio, es decir, quitar la música, echar a la gente y limpiar el lugar. No, la pocilga en la que se va a convertir ese bar tan resplandeciente a priori no es tu problema. Y no lo es en absoluto. La privacidad de las fiestas en casas libres es compartida por el alquiler de bares, pero la irresponsabilidad de saber que el bar no es tuyo, es un punto a favor. Por ello, Casa Libre 1 – Alquilar un bar 2. Y todos sabemos del valor doble de los goles como visitante.

-¿Alquilan bares los médicos? ¿Y los abogados? ¿Acaso lo hacen los fontaneros, electricistas y bedeles varios? ¿Y los filósofos, ingenieros y dentistas? No, toda esa gentuza van a hoteles, cotillones o bares. Sólo los mafiosos alquilan bares, o lo que sea, pero alquilan algo. Porque los mafiosos, amigos, molan. Tienen estilo. Y sentirse uno de ellos es el segundo punto a favor del alquiler de bares. Es una sensación absurda y delirante, pero también deliciosa. La nochevieja supone la entrada al año nuevo, y el año nuevo es el momento en el que está socialmente estipulado que nuestros buenos propósitos de mejora personal deban realizarse. ¿Hay mejor manera que hacerlo creyéndose uno Rick “el santo” o Vinnie “el gordo”? Si lo creéis, es que no tenéis ni puta de nada.

Hay más puntos positivos en lo referente al alquiler de bares, pero el principal, es que no tiene puntos negativos. Sí amigos, si el acudir a un cotillón o el asistir a una turbia fiesta de sótano de hotel suponen las parejas bastardas de las opciones nocheviejescas, alquilar un bar es la royal flush de las combinaciones posibles.

Jaque mate.


Poco más que decir, si salís en nochevieja, pensad muy bien hacia donde quereis ir, porque la elección que un sitio u otro os marcará la noche...